jueves, diciembre 08, 2005

ANDA

Hace dos días que no sé nada de él
del quelónido.
Estará invernando, en su caja de cartón.
Mientras hablo por el cristal
levanto la caja, debajo de ella
ha hecho una cueva de periódicos
de forma que asoma sólo un hocico
de tortuga y una mirada seca.
Sin telepatía ni dones
sé que me dice y tú qué miras
déjame en paz miserable
déjame en paz, que nunca me vales.
,
la mayor alegría del día
descubrir esa sorpresa.

1 Comments:

Blogger EDUARDO ALONSO said...

Gracias por tu opinión.

Si quieres yo tambien puedo comentar los tuyos.

11:09 p. m.  

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