sábado, septiembre 30, 2006

CUÁNTO QUEDA

Es tu obsesión permanente,
dime que puedo hacer por tí.

No lo sé.
Sólo presiento.
Son las alturas ó son los vientos.
Da vueltas todo y de pronto tengo vértigo.
Tiene que haber algo más,
tiene que haberlo.
Se retuercen las palabras
y me cuesta más tener la cabeza alta,
me sonríen, suena el teléfono.
Un día voy a estampar el móvil
contra las piedras roñosas de la casa
insana que se cae a pedazos
y se pega con pegamento.
Ójala le sople el lobo
se desmonte el puzzle de una vez
y limpiemos todo el mantel
con un bulldozer de veinte metros.
A la basura. A hacer montañas.
Hacer tierra para el mar.
Pásale el palo del mocho con un poco de tal,
que se pega. Pegadito a los motores
a mí se me va la cabeza y me da vueltas todo.
No quiero ni verlo.
En una mesa de caballetes, cinco enfadados.
Todos con las camisas de pelo en pecho,
los cinco.
Que si ésto se dijo
que si ésto se hace
que si ésto se pone.

De qué vais.
No puedo apartar la atención de las camisas
desabrochadas tres botones para abajo.
Es que ... los cinco!!!...

Cúanto queda?
Me paso el día pensando en mí.
Lo dejo ó no lo dejo.
Seguro que hay otra cosa,
tiene que haberlo.

(Si no, vaya timo).

1 Comments:

Blogger Mr. Jones™ said...

Déjalo, joder.

2:30 a. m.  

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