lunes, mayo 14, 2007

AGUA

Tengo una tortuga preciosa
de tamaño folio más o menos.
Es de agua,
me contó su anterior amo que antes fue
de las pequeñitas
de esas que duran un verano,
le echo 9 años.
Cada hora y media o así me levanto de la mesa de estudiar
y fumo un cigarro en el balcón.
De paso le echo un vistazo y le cambio el agua si es menester.
No puedo ver que tenga el agua sucia.
Le cambio el agua unas 4 ó 5 veces al día.
Un día hice el cálculo: 30 litros de agua cada vez.
La verdad es que come menos que ensucia,
a veces intento retirar sus excrementos con un papel de plata
a modo de pala,
pero como están en el agua se disuelven y me sabe mal,
a veces retiro lo que puedo y au.
Pero él se frota con las patas la cola para deshacerse de todo resto
y empantana el agua.
No tiene ni idea de lo que pesan 30 litros de agua
ni muestra el mínimo gesto de bienestar con el cambio de agua.
Sin embargo yo no puedo soportar verle pataleando
en agua marrón.

domingo, mayo 13, 2007

GOGOGOGORDA

Estaba sentada en el sofá
comiéndome un vaso de helado de chocolate and cookies
de hacendado, después de haberme comido otro,
pensando en lo gorda que soy, en el tiempo que pasa,
también contaba los años que quedan hasta la jubilación.
Este pensamiento me lleva a otro,
en los temas que no he hecho, que no he estudiado
los artículos que se han ido de la memoria
esquemas que cuestan días
y en dos noches sin practicar,
suenan a chino capuchino.
Retomé entonces el hilo de lo gorda que soy
y de ahí a lo peor que soy, para torturarme un poquito
recordé personas,
frases que dije, inadecuadas, groseras, estúpidas.
Sólo debería decir cosas que me reporten beneficios
debería fingir interés y simpatía.
Debería escribir lo que me van diciendo
para luego no quedarme con la boca abierta
pues no me acuerdo.
Cuando hablan recuerdo mis gestos de asentimiento
en el cristal de cualquier parte.
Entonces pensé en que tengo que volver con las personas
y como la simple idea me revuelve el fresquito que tenía en la tripita
del helado de chocolate and cookies,
me imaginé que me moría.
Y así no tenía que volverlas a ver.
Levanté las piernas en el sofá y me puse a hacer ejercicios de bibicleta. Luego me tomé un vaso de zumo de dos limones, para desintegrar el chocolate and cookies.