LAS TRADICIONES ESTÁN PARA MANTENERLAS

Debería ser
Extrapolo.
De diez mil a mil millones,
diez mil rayas con pelo de pollo mojado
veinte mil brazos que no hacen nada más que ocupar espacio
y mover el aire de sitio.
Hacen bonito.
Podrían ser las hojas de un paisaje de otoño.
Volando en tu figura de roble.
Tú no tienes frío.
Te bañas y tampoco tienes frío.
No me da asco la arena, ni me da asco nadie.
Nunca tienes frío. Yo también paso calor siempre.
Porque pienso en oro dorado todo el tiempo,
que atrae el dinero, eso imagino,
y esta noche más todavía.
Pienso en oro y en castaño de tu figura de árbol
pienso que nadie podrá ganarte nunca.
Las hojas se pierden por el mar, todo borrachos
niños borrachos. De la e.s.o.
Otro puño guardado, para cosas productivas.
O para tomarte la talla de calcetines.

Ya me he desvelado.
Cogeré mi libro de varietés,
a ver qué significa lo que soñé el fin de semana.

Lo de las 65 horas no puede hacerse toda la vida.
A las tres y cuarto he pensado que tenía que empezar
a usar la creatividad. Para eso está el internet.
Es que si no, no acabo nunca.

Esta tarde he visto a una antigua amistad,
iba en el coche y yo andando.
He empleado el recurso de que de pronto
busco algo en el bolso, el móvil pudiera ser,
y el contacto visual no ha sido tan largo como para
devolverle de rebote su saludo con la cabeza.
Pues no he visto a nadie esta tarde.

Llevo un año sin cogerle el teléfono.
Hace medio me obsesioné con no coger ni siquiera
el teléfono de casa. Pero ya me da igual siquiera.
Cruce de opiniones, consejos para... ¿quién los ha pedido?
No me estrellé por dejar de hacerle caso.
Pero parece que le gusta la videncia.
- Te lo dije.
- Ya.
- Allá tú.
- A la eme.
No es buena persona. Y tú. Desde cuándo.
No se lo voy a explicar.
In fact, está desconcertada, porque no sabe por qué paso.
Bueno, ya coincideremos en algún entierro.
Mañana otra vez, cambio de abogado.
No sé si despido al anterior o lo dejo de comodín,
haciendo cosas mientras... Lo dejamos unos días más.

Voy a estirar la espalda.

MONOTEMA BOLETÍN OFICIAL

Las quince treinta
estoy petada de tallarines de mi mama
y no quiero ir a trabajar.
Mi madre me dice, voy yo por tí.
Aunque si son cosas de ordenador, pues yo no sé.
Llamo y digo que estás enferma?
Quizá pueda ir ella y nadie se dé cuenta.

Pero tengo que ir porque necesito sacarme apuntes
urgentemente y fotocopiarme los índices de los temas,
me montaré una carpetilla.

El jueves sí que me pondré enferma,
lo estaba guardando tardes y tardes de viernes.
Entre todas las ilusiones,
me haría gracia aprobar.
Más todavía si aprobara de potra, me encantaría.

Bueno, para el año que viene.
Aún quedan otras 35 oportunidades.

Seguro que hay alguien que hace más el ridículo que yo.