domingo, abril 02, 2006

BORRO EL OTRO

Ven, que es el único que me queda.
Yo venía a por uno morado.
Llévate éste que te pega con todo.
Tú te crees un domingo por la noche a comer marisco.
Dí que no tienes el cuerpo para piscolabis.
Pero no puedo.

No pase como aquella vez que prendieron un coche
y bajé a retirar el mío de su lado.
Después llamé a la policía.
Pero el coche ya no servía para nada.
Como aquella vez que me dormí por la mañana
y se pasó el plazo de entrega.
Me quedé con un taco de folios
que no leyó nadie. Y costaron medio año.
El pedal está para cambiar,
se ha separado el plástico del metal.
Cada vez que parpadeo
pasan miles de cosas.
No vaya a perder alguna importante.
A la vez trato de recomponer los trozos
pedazos de nimiedades
resultando ser mentiras que pasan por razones
en una cara armada
con gritos graves y miradas fijas.
Casi que para la cena
me voy a poner lo mismo
que llevaba por tarde.
Me veo mejor.