lunes, marzo 05, 2007

SUSPIROS DE ESPAÑA

Empezó comiéndosele el estómago
lamiendo las paredes como la lija
deja brillante las planchas de zinc.
Como tus incisivos se entretienen
en roer un trozo de chocolate duro.
Sigue deshaciendo las entrañas
sulfúrico y lentamente accede
a las partes duras de hueso, hasta
dejar un molde de espesor de micras
muy fino.
La pena es que la grasa está por fuera,
pegadita a los músculos.
Sólo se come lo bueno, lo que alimenta.
Qué raro, me quito la camiseta y no huelo a sobaco.
Se quedó el olor en el tejido
así siempre que me lo pongo huelo aunque esté limpia.
Siempre que me pongo a tu lado.
Ajqueroso.