sábado, abril 28, 2007

MIRAME CUANDO LA LUNA

Se asoma por la ventana.
No sé si será el alcohol
o si será la charla de dos horas.
Me dolía un poco la cabeza antes de llegar.
Lo siento.
Mucho mucho
tengo el amargor en la boca
que me viene de dentro.
Se llama mala sangre.
Y viene cuando una es una amargada.
Lo que pasa es que no puedo ya ni explicarme,
pero eso les pasa a todos.
Tantas cosas que decir y tan importantes
sabes, tan importantes para nada.
Ego soy y me asisto.
Por eso callo.
Todo sea que cada convencimiento
suena como una vanidad
y me contestan las amigas, que materialista
que material.
Me responden los extraños
con abrazos en la cintura y afirman que no me quieres
como me pudieran querer ellos.
No he terminado la frase.
Qué más da.
El refugio lleva la casa a cuestas
y tiene un cuello largo como un submarino.
Metí a la tortuga en la habitación
para ver dónde se esconde.
Aprender de ella.
Dime alguien para invitar.


Nadie se merece ver
cómo te adoro,
ni cuánto es. Ni siquiera el funcionario.

domingo, abril 22, 2007

20 DE ABRIL DEL 90

HOLA CHATA COMO ESTAÁS
TE SORPRENDE QUE TE ESCRIBA
ES QUE NO SOY MUY NORMAL

Mañana me examino.
reza algo por mí.

Ponte en su lugar,

no puedo ponerme en su lugar!
tendría que pesar 20 kilos más
tendría que tener 10 años más
tendría que por un iris claro
y debería respirar aire de loeve.

Jamás podría ponerme en su lugar
no entiendo nada más que la envidia
y los celos
no me interesa su sufrimiento
me da lo mismo.

Pero no puedo airear el egoísmo.

Cara de póker.

Ya... Sí, sí, con la cabeza.

viernes, abril 13, 2007

Y QUÉ? ... Y QUÉ?

Es un pinzamiento en el nervio del cuello
por detrás de la cabeza,
que sacude con destreza el pelo
de la nuca, se erizan sólo los de debajo.
Me pones nerviosa.
Es un asco que me pone roja.
Un sistema de defensa.
Me aprieta sólo la cabeza
pero agarra los brazos y las manos
a todo, a todo afecta.

La verdad sincera:
Un par de hostias,
las tienes.

martes, abril 10, 2007

MICHANGA MALA

Atenta,
ven, por favor, ven.
Avanza un paso, apoyando una almohadilla
pesa cincuenta quilos cada pasito
así se hace más poderosa,
lo que no sé es cómo pesa tanto
un pasito.
Lo hace a propósito, para fastidiar.
Si la toco, ay si la toco
pierdo turno.
Un pasito y otro que me saca un michelín,
aprieta la pata en mi pecho y me saca por arriba
michelín también.
Pasos poderosos.
Para nada, para cinco kilos de gata.
Gime misteriosamente hasta que me doy cuenta
que le gusta estar conmigo,
te gusta, verdad, mala?
entonces se revuelve, me muerde la mano
y pone cara de diablo,
nunca pienses que me gustas, nunca pienses.
Sólo pienso en estudiar.
En los descansos, cómo hacer que la gata me quiera.